Prada Candy es una de las fragancias más populares del mercado. Decididos a sorprendernos con un perfume diferente a lo que nos tiene habituados, la firma italiana presenta un gourmand excesivo y sensual, toda una explosión de olor.
Su composición se basa en la tríada caramelo, almizcle blanco y benzoína. Los tres elementos se usan en altísimas concentraciones para crear un olor cálido, empolvado, aterciopelado, reconfortante, adictivo, pop y deliciosamente decadente.
En este artículo descubrirás todos los secretos de esta fragancia: cómo es su estructura olfativa, qué olor tiene, cuánto dura en la piel y cómo ha sido recibida por los consumidores.
Prada Candy: una dosis extra de caramelo, por favor
Las fragancias de Prada se habían distinguido hasta ahora por su toque clásico, elegante y cierta faceta exclusiva.
De hecho la primera línea de perfumes de la firma italiana solo se vendía en tiendas Prada: una serie de fragancias temáticas en torno a diferentes aromas como el del iris, el cuero ambarado o el narciso.
El primer lanzamiento masivo es Prada Amber. En 2007 lanzan la famosa Infusion d’Iris que ha recibido muchos elogios por ser una oda al iris muy bien trabajada, con un guiño a los perfumes clásicos pero una composición moderna.
A raíz de su éxito, Prada lanzó otras dos “infusiones”: Infusion de Rose e Infusion de Tubéreuse, aunque menos populares.
Buscando un nuevo giro no del todo convencional, 2011 es el año de Candy. La fragancia nos presenta a una nueva chica Prada más joven, espontánea y muy femenina. Queda demostrado que Prada también sabe moverse por ámbitos menos clásicos y seguir destacando con un toque sofisticado y sexy.
La casa italiana repite a Daniela Andrier como perfumista. Ella es la nariz detrás de muchas de las fragancias Prada tanto masculinas como femeninas, entre ellas Infusion d’Iris, Infusion d’Homme, L’Eau Ambrée y la más reciente Luna Rossa.
¿A qué huele?
Prada Candy es un perfume oriental con apetitosas notas comestibles como ya podías intuir por su nombre. Pero no pienses que se trata de una fragancia del montón, un gourmand más sin nada de especial.
Lo que le hace diferente para empezar es la exagerada concentración de resina de benjuí de Laos (benzoína) que se usa. Un 12% según la marca cuando lo habitual en perfumería es una cantidad mucho menor.
Los almizcles blancos y el caramelo (etil maltol) también aparecen en grandes cantidades. De hecho Prada solo lista estos tres elementos como las notas oficiales del perfume.
Y es que tienen razón. Si comprendes el papel de cada una de esas tres notas en la composición, es fácil visualizar cómo es su olor, propuesta, profundidad y evolución.
La partida se nota ya muy dulce con un ligero tono afrutado que se desarrolla hacia el benjuí, nota que marca presencia en todas las camadas del perfume. La resina de benjuí tiene un aroma cremoso, ambarino, cálido, con un recuerdo oriental de vainilla empolvada y un toque sensual de cuero.
El caramelo, muy elegante y sin llegar a resultar empalagoso nunca, no tarda en exhibirse con una calidad también cremosa y lechosa. Dulce de leche, leche condensada cocida, cajeta mexicana, praliné, caramel fudge. Es imposible no pensar en cosas deliciosas cuando lo hueles.
Las notas de caramelo se potencian con el olor del benjuí a la vez que se vuelven más «adultas» con la presencia de los almizcles blancos.
El almizcle suaviza el conjunto con un discreto toque amaderado, le da un carácter vaporoso al fondo de la fragancia, airea su evolución más bien monolítica, además de aportar un punto animalístico muy sexy.
Conforme el olor del caramelo baja sus tonos, va quedando sobre la piel el acorde de ámbar y benzoína con toda su calidez y potencial acogedor, agradable y deliciosamente empolvado.
Candy de Prada es definitivamente menos dulce y comercial de lo que cabría esperar. Daniela Andrier no recurre a toneladas de azúcar para imaginar un caramelo que resulta suave y envolvente, puro, mantecoso, resinoso, ligeramente ahumado y envuelto en un halo empolvado muy elegante.
Pese a la sobredosis de benzoína, es una composición muy bien formulada donde no hay aristas que limar y donde la que esperaríamos como nota principal solo es una de sus anécdotas.
Resulta una buena elección para la temporada de otoño o invierno por su calidez. Tanto su longevidad como su estela son moderadas por lo que no dura muchas horas en la piel.
Opiniones sobre Prada Candy
La tasa de aprobación de consumidores para esta fragancia es del 72%. 7 de cada 10 personas que la huelen consideran su olor rico.
La perdurabilidad en la piel es moderada y recibe la nota 63 (de 100) de los usuarios.
La proyección es muy discreta, su olor se desarrolla más a flor de piel. Nota 57 de 100.
Notas aromáticas
Las notas, acordes y referencias olfativas de la composición que se pueden percibir con mayor intensidad son respectivamente:
- Caramelo
- Benzoína
- Almizcle
- Vainilla
- Algodón de azúcar
- Talco de bebé
- Ámbar
El frasco
Los excesos llegan también al packaging del perfume. El frasco cilíndrico es naranja y lo bordea una banda en rosa chillón donde vemos el nombre de Prada.
El tapón tiene una forma original de media luna y viene integrado en él el spray para que no haga falta abrirlo. Eso sí, ¡hay que tener cuidado con no apretarlo por accidente!
Por último la caja sigue en la línea del rosa más llamativo con el dibujo que representa a la nueva chica Prada.
Se vende en formato Eau de Parfum en frascos de 30, 50 y 80 ml.
También están disponibles un gel de ducha, una loción corporal y un exfoliante que harán las delicias de las fans de su aroma.
Versiones
La fragancia cuenta de momento con dos flankers, ambos desarrollados también por Daniela Andrier: Candy L’Eau (2013) y Candy Florale (2014).
L’Eau es una Eau de Toilette más tradicional, pensada para la primavera por su salida fresca llena de cítricos y un corazón floral con guisante de olor. En la base se mantienen las notas de caramelo, benjuí y almizcle blanco que le dan identidad.
El frasco de Candy L’Eau es una versión en color piel y con el mismo tapón negro.
Florale también sigue en la línea de la versión L’Eau al presentarnos una versión más fresca pero apoyándose en las flores como su propio nombre indica.
La nota de limoncello en la salida precede un corazón de peonía, y el final es almizclado suave con recuerdos del caramelo del perfume Candy pero todo mucho más rebajado de intensidad.
El frasco de Florale es rosa pálido y el tapón blanco, presentando una fragancia más discreta y veraniega.
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Léa Seydoux es la atriz francesa que fue elegida como la imagen de Prada Candy.
Dirigida por Jean Paul Goude, protagoniza un anuncio de televisión donde muestra su lado más juguetón y provocador, espontáneo e impulsivo.
Léa también es la cara de Florale y L’Eau. Para esta última escogieron a los directores Wes Anderson y Roman Coppola y un escenario muy romántico y parisino.
Aquí te dejamos el famoso anuncio de la fragancia original:
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Perfumative © Todos los derechos reservados 2015.Año de lanzamiento: 2011
Familia olfativa: Oriental (subgrupo Clásico, Gourmand)
Perfumista: Daniela Roche-Andrier
Notas: acorde de almizcles blancos, acorde de benzoína, acorde de caramelo
Personalidad: joven, seductor
Perfume Prada Candy Precio: 55€ aprox. (por 50ml)
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